¿Qué es una infección de oído? 

Cuando se produce en el oído medio, la infección de oído también se denomina otitis media. Las trompas de Eustaquio igualan la presión y permiten el drenaje del oído por la nariz. En ocasiones, debido a un resfriado, la gripe o una alergia, la trompa de Eustaquio se inflama y queda atrapado líquido en el oído medio. Este líquido se convierte en el lugar perfecto para la proliferación de bacterias y virus, lo que puede dar lugar a una infección, normalmente con síntomas inflamatorios. 

¿Qué causa las infecciones de oído?

Las infecciones de oído, que tienen varias causas, son más comunes durante las estaciones de otoño e invierno, cuando hace frío y la posibilidad de contraer la gripe es mayor. La inflamación y congestión debidas a alergias también puede dar lugar a infecciones de oído. Por ejemplo, las personas con alergias estacionales, tales como alergias al polen, pueden tener un mayor riesgo de infecciones de oído cuando los recuentos de polen son elevados, ya que las reacciones alérgicas pueden causar congestión e inflamación. 

 Los síntomas habituales de la infección de oído son los siguientes: 

 Los bebés y niños con una infección de oído pueden tener síntomas adicionales, como una mayor irritabilidad, dificultad para dormir, tirarse de las orejas o pérdida del apetito. 

Los síntomas de las infecciones de oído suelen mejorar en los dos primeros días y la mayoría de las infecciones desaparecen por sí solas en una o dos semanas sin ningún tratamiento. Sin embargo, algunas pruebas sugieren que el tratamiento con antibióticos podría ser útil para algunos niños con infecciones de oído. Por otra parte, el uso demasiado frecuente de antibióticos puede hacer que las bacterias se vuelvan resistentes al fármaco. Consulte con su médico los posibles beneficios y riesgos del uso de antibióticos.¹ 

Para combatir el dolor en caso de una infección de oído, el personal sanitario le aconsejará tratamientos apropiados, que pueden incluir analgésicos y antiinflamatorios.¹

La otitis media crónica puede definirse como una secreción en el oído medio sin perforación que, según los informes, persiste durante más de uno a tres meses.² También llamada otitis media serosa crónica, suele aparecer gradualmente a lo largo de muchos años en personas con problemas de oído persistentes o frecuentes.

Los siguientes síntomas son signos de alerta de otitis media crónica:³

Si no se trata, la otitis media no solo puede causar un dolor intenso, sino que también puede dar lugar a complicaciones graves, como deficiencia auditiva permanente.⁴

Aunque la mayoría de los problemas de la otitis media serosa crónica están asociados a infecciones, las sensibilizaciones alérgicas pueden ser un factor de riesgo que dé lugar a episodios periódicos de la enfermedad. Se cree que aproximadamente el 20 % de los pacientes con otitis media serosa crónica tiene una alergia subyacente contribuyente.⁵ También hay una correlación significativa entre la otitis media crónica y la enfermedad alérgica.⁶ 

Entonces, ¿cómo se puede saber si las alergias contribuyen a una infección del oído? Prestar mucha atención a los síntomas que presente el paciente puede ayudar a dirigir su siguiente paso a unas pruebas que puedan identificar los alérgenos relevantes que causan la sensibilización. Esta información podría ayudarle a crear un plan de control integral, que podría incluir la eliminación de los alérgenos conocidos, de modo que su paciente pueda mantenerse por debajo de su umbral de síntomas. Si la otitis media crónica se produce junto con un diagnóstico de alergia, evitar los posibles factores desencadenantes puede ser, en sí mismo, una estrategia de gestión prometedora.⁷

Un análisis de sangre, junto con un historial médico relativo a alergia, puede ayudar a identificar los desencadenantes de los alérgenos subyacentes.