Julio de 2025 |  ✓  Revisado des del punto de vista médico por: Magnus Borres, director de Asuntos médicos

La alergia a los ácaros es una de las formas más frecuentes de alergia respiratoria^4-6. Se manifiesta a través de una variedad de síntomas que pueden variar en intensidad según la sensibilidad individual. Los ácaros del polvo, pequeños artrópodos que anidan en entornos domésticos, son los principales responsables de esta reacción alérgica.^2,3

Los síntomas más frecuentes de la alergia al polvo son:^1-3

• Estornudos frecuentes
• Congestión o secreción nasal
• Picor y lagrimeo de ojos
• Tos seca y garganta irritada
• Sibilancias o dificultades respiratorias en personas asmáticas
• Empeoramiento de la dermatitis atópica en personas predispuestas.

Las reacciones alérgicas pueden ser especialmente graves por la mañana o durante la limpieza del hogar, cuando las partículas de polvo tienden a elevarse en el aire y ser inhaladas.^2,3.

Ácaros del polvo: los alérgenos responsables de una alergia doméstica común

Los ácaros del polvo son la principal fuente de alérgenos de interior.¹ Descubiertos en la década de 1960, estos artrópodos microscópicos pertenecen a la clase de los arácnidos y proliferan en ambientes cálidos y húmedos.^5,7 Las especies más comunes en los hogares son Dermatophagoides pteronyssinus y Dermatophagoides farinae, que se alimentan de escamas de piel humana y animal.^1,2,4,5,7

Los ácaros se concentran principalmente en colchones, cojines, alfombras y telas para muebles, donde encuentran las condiciones ideales para sobrevivir y reproducirse.^1,2,7 La fuente principal de alérgenos son las proteínas de sus heces, que se dispersan en el aire y pueden inhalarse, lo que desencadena reacciones alérgicas en personas sensibles.^3-5,7 La exposición crónica a estos alérgenos puede provocar el desarrollo de enfermedades como rinitis alérgica, asma y dermatitis atópica.^2,5

¿Puede la alergia al polvo afectar también a la piel?

Sí, la alergia a los ácaros del polvo también puede manifestarse con síntomas cutáneos, particularmente en individuos predispuestos a la dermatitis atópica[1] . Los alérgenos de los ácaros pueden empeorar esta afección y causar picor intenso, enrojecimiento, sequedad y lesiones eccematosas. En algunos casos, el contacto con superficies contaminadas con polvo puede provocar urticaria o irritaciones cutáneas localizadas.

La interacción entre los ácaros y la piel se debe a deterioro de la barrera cutánea,^5,6 lo que facilita la penetración de los alérgenos y la activación del sistema inmunitario. Por este motivo, es fundamental tomar medidas preventivas para reducir la exposición a los ácaros y proteger la piel de una mayor irritación.

Cómo limpiar la casa para mejorar los síntomas de la alergia al polvo

Para reducir la presencia de ácaros del polvo doméstico es esencial mantener un entorno bien ventilado y limpio. Algunas medidas útiles son:

• Uso de aspiradoras con filtros HEPA, que capturan las partículas alergénicas sin dispersarlas en el aire.^1,2,7
• Lavar las sábanas y las mantas al menos una vez a la semana a más de 60 °C para eliminar los ácaros.^1,7
• Usar fundas de colchones y almohadas a prueba de ácaros hechas de materiales de tejido tupido para evitar la proliferación de estos.¹
• Evitar alfombras, moquetas y cortinas pesadas, que pueden acumular polvo.⁷
• Mantener la humedad relativa en casa por debajo del 50 %, utilizando deshumidificadores si es necesario.²
• Evitar el uso de edredones y almohadas de materiales naturales, optando por los de materiales sintéticos.⁷
• Ventilar las habitaciones a diario para reducir la humedad y mejorar la calidad del aire.¹

Seguir estas prácticas puede reducir significativamente la exposición a los ácaros del polvo y mejorar la calidad de vida de las personas alérgicas.

La importancia de las pruebas de IgE específica para el diagnóstico de la alergia al polvo

El diagnóstico de alergia a los ácaros del polvo se basa en el historial clínico del paciente, la observación clínica de los síntomas y las pruebas específicas diseñadas para detectar la sensibilización a los ácaros del polvo.

Entre ellos, las pruebas de IgE específica desempeñan un papel clave^3,4: mediante una muestra de sangre, se puede medir el nivel de anticuerpos IgE dirigidos contra alérgenos de ácaros, como Dermatophagoides pteronyssinus y Dermatophagoides farinae.

Existen dos tipos principales de pruebas sanguíneas de IgE específica como ayuda en el diagnóstico de las alergias:

• Ensayos de alérgenos completos, que pueden ayudar a confirmar o descartar con certeza una sospecha de alergia
• Pruebas de componentes alergénicos, mediante los que se pueden identificar las proteínas individuales responsables de la reacción alérgica⁶

Estas últimaspruebas, la de los componentes alergénicos, es especialmente útil para evaluar el riesgo de reacciones sistémicas, comprender la posible reactividad cruzada con otros alérgenos (como la tropomiosina de los ácaros, el marisco y el crustáceo), mejorar la precisión del diagnóstico y seleccionar la inmunoterapia adecuada.^1-6,8

Añadir pruebas diagnósticas a una exploración sencilla y objetiva puede aumentar la certeza del diagnóstico hasta en un 90 %, lo que reduce el riesgo de tratamiento inadecuado y optimiza el manejo de la enfermedad alérgica.⁹ Además, un diagnóstico más preciso puede ayudar a mejorar la calidad de vida del paciente al reducir el uso indebido de medicamentos y las visitas médicas no programadas.

Si los ensayos son negativos, se puede excluir con certeza una alergia mediada por IgE como causa de los síntomas, lo que permite orientar al paciente hacia un tratamiento más adecuado.