Síntomas de alergia a las mascotas: ¿Puede quedarse con sus amigos peludos?

Es una historia tan antigua como el tiempo. Una niña se despierta el día de su cumpleaños y descubre que sus padres le han comprado el único regalo que realmente quería: un cachorro suave y adorable. Cuando este se lanza a sus brazos, ella se lo acerca, mientras se ríe cuando le lame la cara, el pelo cae en la ropa y la caspa se le mete en los ojos.

Minutos después, la niña empieza a estornudar. Le empiezan a picar los ojos y a lagrimear. Le sale un sarpullido en el lugar donde el cachorro le baboseó. Parece que, por muy mona que sea esa bolita esponjosa, ella es alérgica.

Pero una alergia a las mascotas no siempre es tan sencilla como parece. Las personas que piensan que tienen un solo desencadenante alérgico suelen tener varios. Antes de que esta familia decida que no puede quedarse con el cachorro, debería descartar todas las demás variables. Quizá la niña sea alérgica a los ácaros del polvo, que cubren la ropa de su cama. Tal vez haya moho atrapado en los conductos de la calefacción de su casa, otro posible desencadenante alérgico.

Siga leyendo para saber más sobre cómo manejar una situación como esta.

¿Qué desencadena las reacciones alérgicas a las mascotas?

¿Qué tienen los perros, los gatos y otros animales domésticos, como los caballos, que hacen estornudar a tanta gente?

Una idea errónea muy común es que el pelo de los animales desencadena los síntomas alérgicos. Pero en realidad, la culpable es una combinación de piel, pelaje y saliva, y más concretamente, las proteínas que se encuentran en esas sustancias.

Este conjunto de minúsculos y ligeros elementos se denomina caspa de animales. Las partículas que componen la caspa son tan finas que pueden permanecer en el aire durante horas, pudiendo causar síntomas mucho después de que el animal haya abandonado la habitación. La caspa puede incluso acumularse en los muebles, las alfombras, los colchones y la ropa, por lo que las personas que tienen animales domésticos pueden, sin saberlo, llevar los alérgenos consigo a todas partes, incluso al colegio o al trabajo.

Entre los síntomas de la alergia a los animales se incluyen los siguientes:

• Estornudos
• Goteo o congestión nasal
• Dolor facial (debido a la congestión nasal)
• Tos, sibilancia o dificultad para respirar
• Ojos llorosos, ojos rojos o picor de ojos
• Erupción cutánea/urticaria