El fraude de la alimentación es un gran negocio. Algunos estiman que el costo económico es mayor a los 40 millones de dólares, una cifra mayor a todo lo obtenido por el comercio mundial de hierbas y especias en 2017. La magnitud del comercio mundial de alimentos combinada con cadenas de suministro a menudo opacas, crea incentivos para reducir los costos en cada paso, incluso mediante la venta de productos de baja calidad como si fueran versiones premium. Aunque muchos incidentes se remontan a operadores individuales sin escrúpulos, el fraude alimentario también es una importante vÃa para la obtención de recursos de las agrupaciones del crimen organizado. La comida es mucho más fácil de mover entre jurisdicciones que las drogas, las armas y otros pilares del crimen organizado, y el fraude alimentario conlleva sanciones legales menores. Por estas razones, se está convirtiendo en una mayor parte de las estrategias de estas organizaciones. Asà que combatir el fraude alimentario es crucial para ayudar a poner fin a la violencia que infligen las organizaciones criminales.
Quizá la incidencia más famosa de fraude alimentario por parte del crimen organizado es en la producción fraudulenta de aceite de oliva por parte de una agrupación italiana. El aceite de oliva se puede extraer de las aceitunas de diferentes formas, pero el aceite extra virgen se debe producir mediante procesos puramente mecánicos sin solventes o ayudas similares. El aceite de oliva extra virgen tiene un perfil distintivo de color, quÃmico y sabor que ha sido apreciado en el mundo durante miles de años. Las organizaciones criminales italianas y otras organizaciones usan solventes para extraer grados inferiores de aceite de oliva de los desechos producidos por las instalaciones legÃtimas de procesamiento extra virgen, que luego ellos presentan como el codiciado aceite extra virgen. Fuera de los paÃses productores de olivos en el Mediterráneo, la familiaridad con el verdadero aceite de oliva extra virgen es limitada, la falta de conocimiento por parte de los consumidores hace que adquieran productos de baja calidad. Las organizaciones criminales ofrecen sus productos a bajo costo lo que afecta el precio de los competidores- En paÃses como Estados Unidos la etiqueta de “extra virgen” no está regulada como en Europa, lo que limita la capacidad de las autoridades externas para intervenir. Gracias a este etiquetado hecho de forma intencional, el aceite de oliva extra virgen representa aproximadamente el 10% de todo el aceite de que se produce a nivel mundial, pero el 50% del aceite en anaqueles de tiendas, y las ganancias financian las otras actividades del crimen organizado.
El comercio ilegal del aceite de oliva está tan extendido que organizaciones internacionales como la Interpol y Europol realizan operaciones conjuntas para combatirlo y perseguir a los involucrados. En la más reciente operación conjunta Opson V se confiscaron más de 10,000 toneladas métricas y 100 millones de litros de alimentos adulterados, en su mayorÃa peligrosos. A nivel mundial se encontraron aceitunas y especias manipuladas con peligrosas tinturas para ocultar su baja calidad, se utilizó azúcar mezclada con fertilizantes y grandes lotes de alcohol de baja calidad que utilizaban etiquetas premium robadasÂ
Otros métodos comunes de adulteración de alimentos incluyen mezclar azafrán con trozos de seda roja o partes de flores sin sabor, también se mezcla la cúrcuma con otras raÃces relacionadas y se reduce el costo de la nuez moscada añadiendo cáscaras de café.
Detectar la adulteración de los alimentos no es solo por verificar que las personas obtengan el valor de su dinero en supermercados y restaurantes. Algunas prácticas de adulteración son peligrosas o portadoras de alergias. En 2012, Estados Unidos y Canadá impusieron retiros generalizados de productos en respuesta al comino adulterado con manà, incluidos miles de productos fabricados comercialmente con comino contaminado, después de que decenas de personas sufrieron reacciones graves debido al alérgeno no revelado. El colorante tóxico Sudán 1 se descubrió como un potenciador del color en el chile en polvo vendido en la Unión Europea en 2005, lo que condujo a investigaciones y nuevas leyes sobre aditivos alimentarios. La Agencia Británica de Normas Alimentarias observó un aumento de 49 incidentes de adulteración reportados en el Reino Unido en 2007 a 1,538 en 2013 y el problema no muestra signos de desaceleración.
La detección de alimentos adulterados y fraudulentos es un desafÃo, debido a la amplia variedad de métodos para presentar un alimento como lo que no es. Las sustituciones biológicas se pueden observar a través de pruebas genéticas, Thermo Fisher Scientific ofrece un amplio conjunto de pruebas basadas en el ADN para revisar la autenticidad de los alimentos, incluido el flujo de trabajo de autenticidad alimentaria de secuenciación de próxima generación (NGS por sus siglas en inglés) de Thermo Scientific para identificar las especies presentes en una muestra de alimentos y detectar adulterantes especÃficos. Otras herramientas pueden apuntar a productos y contaminantes que contienen poco o nada de ADN, incluidos aceites y minerales. La espectroscopÃa infrarroja y la espectrometrÃa de masas son las principales herramientas para reconocer e identificar contaminantes en los alimentos e incluso pueden ofrecer información sobre los orÃgenes de lotes particulares a través del análisis isotópico. Con estas técnicas biológicas avanzadas, los proveedores de alimentos pueden proteger sus cadenas de suministro de vendedores sin escrúpulos y los consumidores pueden estar tranquilos de que su aceite de oliva extra virgen es auténtico.
Alyssa Gonzalez
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