El latón sin plomo es un tipo de aleación de latón que no contiene plomo, o lo contiene en cantidades muy mínimas, normalmente menos del 0,25% en peso. El latón sin plomo se compone principalmente de cobre y zinc, de forma similar al latón tradicional. Sin embargo, en lugar de plomo, se suelen utilizar otros elementos como silicio, bismuto o fósforo para conseguir las propiedades deseadas, como maquinabilidad y resistencia a la corrosión. La composición específica puede variar, pero una formulación común podría incluir
- Cobre (Cu): 60-70%
- Zinc (Zn): 30-40%
- Silicio (Si), bismuto (Bi) o fósforo (P): pequeñas cantidades para mejorar la maquinabilidad y el rendimiento.
Este material está diseñado para cumplir los requisitos normativos sobre el contenido de plomo, especialmente en aplicaciones relacionadas con sistemas de agua potable y otros entornos en los que la exposición humana al plomo es motivo de preocupación. Algunos ejemplos son los componentes de fontanería, como tuberías, accesorios y válvulas; los accesorios y grifos de agua potable y los equipos de procesamiento de alimentos y bebidas. Sin embargo, las tuberías de agua municipales son un punto clave en este momento en la industria.
Cumplimiento de 2024
Históricamente, el plomo se utilizaba en las tuberías debido a su gran maleabilidad y ductilidad, lo que permitía moldearlo y doblarlo fácilmente para una instalación flexible, a su relativa resistencia a la corrosión en comparación con el hierro y el acero, y a la facilidad con la que se podía unir mediante sencillas técnicas de soldadura. Además, el plomo era abundante y barato, lo que lo convertía en una opción económicamente viable para las infraestructuras de fontanería. El uso del plomo en fontanería se remonta a civilizaciones antiguas como la romana, cuyo uso extensivo de tuberías de plomo influyó en su uso continuado hasta bien entrado el siglo XX.
A pesar de estas ventajas, el uso de plomo en las tuberías entraña importantes riesgos para la salud. El plomo es un metal tóxico que puede filtrarse en el agua potable, provocando graves problemas de salud como la intoxicación por plomo. Esto es especialmente perjudicial para los niños y las mujeres embarazadas, ya que puede causar retrasos en el desarrollo, dificultades de aprendizaje y otros problemas graves de salud.
En respuesta a estos peligros para la salud, a partir de octubre de 2024, todos los sistemas de abastecimiento de agua de EE.UU. deben presentar un inventario exhaustivo de las tuberías de servicio de plomo, que debe actualizarse cada 1-3 años, dependiendo de la frecuencia de las pruebas de calidad del agua. Las empresas de suministro de agua y los municipios se enfrentan a graves consecuencias si no cumplen este plazo, como posibles multas y daños a la reputación. Y lo que es más importante, el incumplimiento de los plazos podría exponer a las comunidades a continuos riesgos para la salud pública.
¿Qué significa esto para las fundiciones y los fabricantes de metal? A medida que las ciudades y los municipios se esfuerzan por sustituir las tuberías de servicio de plomo, el latón sin plomo se perfila como un material clave para el cumplimiento de la normativa. El latón sin plomo es una alternativa más segura para los componentes de fontanería y está diseñado para cumplir las estrictas directrices de la SDWA, por lo que las fundiciones y los fabricantes querrán asegurarse de que sus productos acabados cumplen las directrices y especificaciones.
Cómo pueden ayudar los fabricantes a garantizar que sus productos cumplen la normativa
A partir de septiembre de 2023, los fabricantes deberán certificar que sus productos cumplen las normas NSF/ANSI/CAN 372 para latón sin plomo. Esta certificación puede lograrse mediante autocertificación o auditoría de terceros. Esta responsabilidad ayuda a garantizar que todos los componentes de fontanería de latón sin plomo cumplen la estricta normativa sobre contenido de plomo.
Mantener un estricto control de calidad es esencial en la producción de cualquier metal o aleación, incluido el latón sin plomo. La verificación de las aleaciones metálicas para garantizar la calidad y el control de calidad (QA/QC) nunca ha sido tan importante para la seguridad pública. Desde la producción de metal hasta el montaje final del producto, la posibilidad de que se produzcan mezclas de materiales es real. Con todo tipo de operaciones de fabricación que se enfrentan a normativas de seguridad cada vez más estrictas, las mejores prácticas actuales incluyen la comprobación del 100% de los materiales críticos. Necesita evitar con seguridad que materiales incorrectos entren en el flujo de valor, protegiendo al mismo tiempo la reputación de su empresa. Ya no es factible confiar en los informes de pruebas de laminación (MTR) para los datos elementales. Valide las mercancías entrantes desplegando un programa de «confianza pero verificación», especialmente con tantos metales reciclados en el mercado.
Utilización de la tecnología XRF
La espectroscopia de fluorescencia de rayos X (XRF) ayuda a verificar las aleaciones metálicas para garantizar la calidad de la fabricación. Es una técnica analítica no destructiva que se utiliza para determinar la composición elemental de los materiales. Los analizadores XRF funcionan midiendo los rayos X fluorescentes (o secundarios) emitidos por una muestra al ser excitada por una fuente de rayos X primaria. Cada uno de los elementos presentes en una muestra produce un conjunto de rayos X fluorescentes característicos, o «huellas dactilares» únicas. Estas huellas dactilares son distintas para cada elemento, lo que convierte al análisis XRF en una herramienta excelente para realizar mediciones cuantitativas y cualitativas. Los analizadores XRF pueden utilizarse para la verificación de metales y aleaciones en el taller, inspecciones de campo no destructivas para la identificación de materiales, mediciones de revestimientos y espesores, y para ayudar a garantizar que los productos acabados se fabrican conforme a las especificaciones del cliente.
Los analizadores portátiles de fluorescencia de rayos X (XRF) pueden realizar la inspección de materiales directamente en la línea de fabricación, con lo que se evita perder días o semanas enviando los productos a un laboratorio de pruebas externo, lo que también ayuda a reducir los gastos generales de producción.
Resumen
NSF/ANSI/CAN 372 es una norma vital para garantizar la seguridad y calidad del agua potable limitando el contenido de plomo en materiales y productos de fontanería. El cumplimiento de esta norma ayuda a proteger la salud pública minimizando el riesgo de contaminación por plomo en los sistemas de agua potable. Pero antes de que el agua fluya por la tubería, hay que fabricar las tuberías.
Los productos y materiales que declaran cumplir la norma NSF/ANSI/CAN 372 deben someterse a rigurosos procesos de ensayo y certificación. Estos procesos suelen implicar un análisis detallado del contenido de plomo en los materiales utilizados, un examen de los procesos de fabricación para garantizar un cumplimiento coherente y pruebas y verificaciones de terceros realizadas por laboratorios acreditados para confirmar que los productos cumplen los requisitos de contenido de plomo.
El uso de analizadores XRF portátiles es un componente importante en el proceso de garantía de calidad para ayudar a asegurar que sus productos finales cumplen la normativa y no enferman a las poblaciones vulnerables.
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