Apio Datos de alérgenos, síntomas y tratamiento
Conozca mejor la enfermedad alérgica habitual, los síntomas, las estrategias de control y las posibilidades de pruebas.
¿El paciente es candidato para la prueba de IgE específica?
Obtenga información exhaustiva sobre alérgenos completos y componentes de alérgenos.
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El apio, originario del Mediterráneo pero cultivado comercialmente en todo el mundo, es una verdura con tallos y hojas suculentas.1 Aunque se compone de un 95 por ciento de agua con solo 16 calorías por cada 100 gramos, se cree que el apio tiene propiedades antiinflamatorias.1,2 Los tallos y bulbos del apio (también conocidos como tubérculos o apionabo) se consumen crudos y cocinados, mientras que las semillas de apio (también conocidas como sal de apio) se pueden utilizar como especia y en mezclas de especias en multitud de alimentos. En general, la sensibilización al apio se observó en el 6,3 por ciento de la población general en 2014.3 Sin embargo, esta cifra es significativamente elevada en Suiza, donde aproximadamente el 40 por ciento de los pacientes alérgicos a los alimentos son alérgicos a la raíz del apio.4
Los tallos y bulbos del apio (también conocidos como tubérculos o apionabo) se consumen a menudo crudos o cocinados.3 Por su parte, las semillas de apio (también conocidas como sal de apio) se pueden utilizar como especias y en mezclas de especias, y se encuentran en una gran variedad de alimentos, como sopas, caldos, zumo de tomate, guisos, salsas, cubitos de caldo y condimentos.3,8 Otras posibles fuentes de apio son el beicon curado, la pasta Marmite, las ensaladas y las patatas fritas (de bolsa).8 Además, el aceite de semillas de apio puede emplearse como ingrediente alimentario o como ingrediente cosmético.3 Las personas alérgicas al apio crudo también deben evitar la raíz del apionabo, que se come con frecuencia en Europa, y el polvo de apio, que a menudo se utiliza en mezclas de especias, sopas, aliños de ensaladas y caldos.4,8
Algunas personas con alergia al apio también pueden experimentar síntomas al consumir otros alimentos aparentemente no relacionados. Esto se denomina reactividad cruzada y ocurre cuando el sistema inmunitario de su cuerpo identifica las proteínas o componentes de diferentes sustancias como estructuralmente similares o relacionados biológicamente, lo que desencadena una respuesta. Entre las reactividades cruzadas más comunes con el apio se incluyen cerezas, melocotones, avellanas, cacahuetes y zanahorias.3
Si experimenta picor de boca o garganta después de tomar apio, o bien otras frutas frescas o verduras crudas relacionadas, puede sufrir el síndrome de alergia oral (SAO), a veces llamado síndrome de alergia al polen y alimentos (PFAS). Esta afección también es causada por la reacción del sistema inmunitario a proteínas o componentes similares que se encuentran en alimentos vegetales y pólenes de árboles. Es bastante común: el 25 por ciento de los niños con rinitis alérgica (es decir, fiebre del heno) también sufren de SAO al comer frutas o verduras.9 Las alergias comunes al polen que podrían causar SAO al comer apio incluyen el abedul y la artemisa.3
El apio se compone de diferentes tipos de proteínas que tienen características diferentes y que pueden estar asociadas a un riesgo variable de causar reacciones alérgicas graves. Algunas personas con alergia al apio pueden comer apio si se calienta durante un tiempo prolongado (cocinado), ya que las altas temperaturas descomponen las proteínas causantes. Para otros pacientes, se debe evitar completamente el apio, ya que podría causar un evento grave, también llamado anafilaxia. Su perfil de riesgo específico depende de las proteínas a las que sea alérgico.3
Conocer las proteínas, o los componentes, de cada alérgeno que desencadenan sus síntomas puede ayudarle con su plan de manejo de la alergia. Teniendo esto en cuenta, y basándose en su historial de síntomas, su profesional sanitario puede sugerirle algo llamado prueba de IgE específica de componentes, que puede ayudar a identificar otros pólenes y alimentos a los que podría reaccionar.3
¿Ya tiene sus resultados de la prueba de IgE específica de componentes?
Los resultados de la prueba de componentes incluirán el nombre de los componentes (una serie de letras y números y/o un nombre). El profesional sanitario probablemente revisará los resultados con usted, pero aquí encontrará un desglose resumido que puede utilizar como referencia. Simplemente correlacione los nombres de los componentes con la siguiente lista para ver lo que significan en cuanto al manejo de los síntomas.3
rApi g 1.01, rBet v 2
nArt v 1
MUXF3 (CCD)
Los resultados de las pruebas debe interpretarlos su profesional sanitario, en el contexto de su historial clínico. Su profesional sanitario será responsable del diagnóstico final y de cualquier decisión sobre el posterior manejo de la alergia.
*Es posible que estos productos no estén autorizados para uso clínico en su país. Consulte a su profesional sanitario para conocer la disponibilidad.
Ya que no existe una cura para la alergia alimentaria, su profesional sanitario puede recomendarle un plan que incluya lo siguiente.10-13
Su profesional sanitario le puede recetar uno de los siguientes medicamentos:
Si está con alguien que está sufriendo una reacción alérgica y muestra síntomas de choque, actúe rápidamente. Compruebe si tiene la piel pálida, fría y húmeda; un pulso débil y rápido; dificultad para respirar; confusión y pérdida de conciencia. Haga lo siguiente de inmediato:
La alergia al apio oscila entre leve y grave, y puede variar con el tiempo, lo que podría provocar síntomas leves durante un episodio y síntomas graves en otro. Aunque los síntomas de alergia alimentaria pueden comenzar entre unos minutos y varias horas después de la ingestión, la mayoría comienza en las siguientes dos horas.3,5 Los síntomas pueden afectar a la piel, el tracto gastrointestinal, el sistema cardiovascular y el tracto respiratorio, y pueden incluir uno o varios de los siguientes:5,6
Entre los síntomas también se pueden incluir los siguientes, que están asociados al síndrome de alergia oral (SAO), también conocido como síndrome de alergia al polen y alimentos (PFAS):7
El apio también puede causar varias reacciones cutáneas en personas alérgicas. Aunque la ingestión puede causar sensibilidad generalizada a la luz solar, pueden levantarse ampollas en la piel que haya entrado en contacto directo con el apio como resultado de la exposición al sol. Además, se han observado la dermatitis alérgica por contacto (también conocida como eccema), urticaria aguda, hinchazón de la piel y anafilaxia tras la ingestión o el contacto directo con el apio.1
Junto con su historial de síntomas, las pruebas de punción cutánea o los análisis de IgE específica en sangre pueden ayudarle a determinar si es alérgico a un alérgeno en particular. Si le diagnostican una alergia, su profesional sanitario elaborará un plan de manejo de la alergia junto con usted.
*Es posible que estos productos no estén autorizados para uso clínico en su país. Consulte a su profesional sanitario para conocer la disponibilidad.
Debido a que las reacciones alérgicas a los alimentos son impredecibles y los síntomas van desde las reacciones locales hasta las sistémicas, se recomienda recetar epinefrina a cualquier paciente con alergia alimentaria mediada por IgE.10
Si tiene asma, puede tener un mayor riesgo de sufrir reacciones graves al apio, especialmente si su asma no está suficientemente controlada.8