Avellana Datos de alérgenos, síntomas y tratamiento
Conozca mejor la enfermedad alérgica habitual, los síntomas, las estrategias de control y las posibilidades de pruebas.
¿El paciente es candidato para la prueba de IgE específica?
Obtenga información exhaustiva sobre alérgenos completos y componentes de alérgenos.
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La alergia a frutos secos como las avellanas es común y a menudo grave. Este tipo de alergia suele desarrollarse a la edad de dos años y el número de frutos secos a los que una persona es alérgica puede aumentar con la edad.1 Aproximadamente el 30 por ciento de las personas con alergia a un tipo de frutos secos son alérgicas a más de un fruto seco. Y, aunque los cacahuetes son en realidad legumbres, aproximadamente entre el 20 y el 30 por ciento de las personas con alergia al cacahuete también son alérgicas a uno o más tipos de frutos secos.2 De hecho, juntos, los cacahuetes y los frutos secos representan entre el 70 y el 90 por ciento de las muertes por anafilaxia relacionadas con los alimentos. La prevalencia de la alergia a los frutos secos varía según la edad, la región y las definiciones utilizadas para el diagnóstico, pero parece afectar a entre el 0,05 y el 7,3 por ciento de la población. Lamentablemente, en comparación con otras alergias alimentarias, las posibilidades de superar esta alergia son más bajas y se limitan a aproximadamente un 10 por ciento de las personas sensibilizadas.1
Las siguientes nueve variedades representan la mayoría de las alergias a los frutos secos: nueces, almendras, pistachos, anacardos, nueces pecanas, avellanas, nueces de macadamia, coquitos (nuez de Brasil) y piñones.1 Las avellanas son frutos secos comestibles de aproximadamente 15 especies de arbustos y árboles pertenecientes a la familia de las bétulas.3 Las avellanas se encuentran a menudo en bollería y chocolates, así como en cremas con frutos secos como la Nutella.1 A pesar de sus usos, las avellanas son la alergia más común a los frutos secos en Europa.2 Además, en los Estados Unidos, Europa Occidental y Australia, la prevalencia de la alergia a la avellana es del 7,2 por ciento (incluidas las personas con sensibilidad al polen de abedul), según un estudio.4
Las avellanas se pueden encontrar en una gran variedad de productos alimenticios, como galletas, pralinés, mezclas de frutos secos picados, untables con frutos secos, tartas, pasteles, chocolates, productos de repostería, helados, cereales para el desayuno y panes. Además, se puede utilizar aceite de avellana para cocinar.7
Los siguientes productos pueden contener frutos secos y semillas:4 productos horneados, mezclas para hornear, salsas de barbacoa y pesto, cereales, chocolates, bombones, galletas saladas, aliños, salsas, cafés con sabor, postres congelados, muesli, turrón, pollo con almendras, Pad Thai, trucha amandine con chile, giandujas (es decir, chocolate mezclado con avellanas), mazapán (es decir, pasta de almendra), leche de almendra, leche de nuez, aceites de frutos secos, untables (por ejemplo, untables de queso y untables de chocolate con frutos secos como la Nutella, que contiene avellanas), platos vegetarianos, curries indios, platos asiáticos, pastas, licores (por ejemplo, el amaretto y el Frangelico), aromas y extractos naturales (por ejemplo, extracto puro de almendra), ensaladas, mezclas de frutos secos y aperitivos.
Tenga en cuenta también que las palabras "sabores naturales" y "botánicos" pueden indicar la presencia de frutos secos o aromas de frutos secos.5 Los restaurantes asiáticos pueden ser especialmente problemáticos porque a menudo utilizan frutos secos y semillas en su cocina, además, dado que las cacerolas pueden utilizarse para múltiples preparaciones de comida, existe un riesgo inherente de contaminación cruzada.8
Entre los productos no alimentarios que pueden contener frutos secos se incluyen los siguientes:4 puffs de tipo Bean Bag, alpiste para aves, cosméticos, productos para el cuidado del cabello, protectores solares, aceites de masaje y comida para mascotas. En particular, el aceite de algunas avellanas se utiliza en productos alimentarios, perfumes y jabones.3
Algunas personas con alergia a las avellanas también pueden experimentar síntomas al consumir otros alimentos aparentemente no relacionados. Esto se denomina reactividad cruzada y ocurre cuando el sistema inmunitario de su cuerpo identifica las proteínas o componentes de diferentes sustancias como estructuralmente similares o relacionados biológicamente, lo que desencadena una respuesta. Las reactividades cruzadas más comunes con las avellanas son los alimentos vegetales, por ejemplo, los frutos secos, las frutas, la soja, las verduras y las legumbres.4
Si experimenta picor en la boca o en los oídos, irritación de garganta, urticaria en la boca o inflamación de los labios, la boca, la lengua o la garganta después de comer avellanas, o bien otras frutas frescas, verduras crudas o frutos secos relacionados, puede sufrir de síndrome de alergia al polen y los alimentos (PFAS), también llamado síndrome de alergia oral (SAO). Esta afección está causada por la reacción del sistema inmunitario a proteínas o componentes similares que se encuentran en los alimentos y los pólenes.6 Es bastante común: según un estudio, el 25 por ciento de los niños con rinitis alérgica (también conocida como fiebre del heno) padecen asimismo de PFAS.9 Entre las alergias comunes al polen que podrían causar SAO al comer avellanas se incluyen las alergias a los árboles (por ejemplo, el abedul), las gramíneas y la maleza.4
La avellana se compone de diferentes tipos de proteínas que tienen diferentes características y diferentes niveles de riesgo de causar síntomas. Algunas personas pueden tolerar la avellana si se calienta durante un tiempo prolongado (cocinada/asada), ya que las altas temperaturas descomponen las proteínas causantes. Para otros pacientes, se debe evitar completamente la avellana, ya que algunas proteínas se mantienen estables al calentarse y podrían causar un evento grave, también llamado anafilaxia. Su perfil de riesgo específico depende de las proteínas de la avellana a las que sea alérgico.4
*Es posible que estos productos no estén autorizados para uso clínico en su país. Consulte a su profesional sanitario para conocer la disponibilidad.
Dado que la ingestión accidental de frutos secos y la contaminación cruzada entre especies de frutos secos son comunes, la eliminación de todos los frutos secos de su dieta simplifica el tratamiento de la alergia. No obstante, a fin de determinar mejor si debe evitar todos los frutos secos o solo aquellos a los que es alérgico, consulte a su profesional sanitario.1 Este también puede recomendarle un plan que incluya lo siguiente.10-13
Su profesional sanitario le puede recetar uno de los siguientes medicamentos:
Si está con alguien que está sufriendo una reacción alérgica y muestra síntomas de choque, actúe rápidamente. Compruebe si tiene la piel pálida, fría y húmeda; un pulso débil y rápido; dificultad para respirar; confusión y pérdida de conciencia. Haga lo siguiente de inmediato:
Los síntomas de la alergia a los frutos secos se presentan normalmente en cuestión de minutos después de la ingestión y pueden ir desde la urticaria hasta la anafilaxia, una reacción potencialmente mortal que impide la respiración y puede provocar un choque anafiláctico.2,5 De hecho, la alergia a los frutos secos representa entre el 18 y el 40 por ciento de los casos de anafilaxia. Esta gravedad es particularmente problemática porque muchas personas no saben cuáles son frutos secos y cuáles no. En un estudio, por ejemplo, solo la mitad de los participantes con alergia a los frutos secos identificaron correctamente todos los tipos a los que eran alérgicos.1
Entre los síntomas de la alergia a los frutos secos se incluyen los siguientes:5
Las reacciones alérgicas a los frutos secos también pueden provenir de la reactividad cruzada al polen de abedul en forma de síndrome de alergia oral (SAO), también conocido como síndrome de los alimentos y el polen (PFS) y síndrome de alergia a los alimentos y el polen (PFAS).2,6
Entre los síntomas del SAO se incluyen los siguientes:6
Junto con su historial de síntomas, las pruebas de punción cutánea o los análisis de IgE específica en sangre pueden ayudarle a determinar si es alérgico a un alérgeno en particular. Si le diagnostican una alergia, su profesional sanitario elaborará un plan de manejo de la alergia junto con usted.
*Es posible que estos productos no estén autorizados para uso clínico en su país. Consulte a su profesional sanitario para conocer la disponibilidad.
Conocer las proteínas, o los componentes, de cada alérgeno que desencadenan sus síntomas puede ayudarle con su plan de manejo de la alergia. Teniendo esto en cuenta, y basándose en su historial de síntomas, su profesional sanitario puede sugerirle algo llamado prueba de IgE específica de componentes, que puede ayudar a identificar otros pólenes y alimentos a los que podría reaccionar.4
¿Ya tiene sus resultados de la prueba de IgE específica de componentes?
Los resultados de la prueba de componentes incluirán el nombre de los componentes (una serie de letras y números). El profesional sanitario probablemente revisará los resultados con usted, pero aquí encontrará un desglose resumido que puede utilizar como referencia. Simplemente correlacione los nombres de los componentes con la siguiente lista para ver lo que significan en cuanto al manejo de los síntomas.4
nCor a 9, rCor a 14
rCor a 8
rCor a 1
rBet v 2 (profilina)
MUXF3 (CCD)
Tenga en cuenta que los resultados de las pruebas debe interpretarlos su profesional sanitario, en el contexto de su historial clínico. Su profesional sanitario será responsable del diagnóstico final y de cualquier decisión sobre el posterior manejo de la alergia.
*Es posible que estos productos no estén autorizados para uso clínico en su país. Consulte a su profesional sanitario para conocer la disponibilidad.