Recomendaciones y criterios de práctica clínica
¿El paciente es candidato para la prueba de IgE específica?
Obtenga información exhaustiva sobre alérgenos completos y componentes de alérgenos.
Recomendaciones y criterios de práctica clínica
¿El paciente es candidato para la prueba de IgE específica?
Obtenga información exhaustiva sobre alérgenos completos y componentes de alérgenos.
Una alergia alimentaria se produce cuando el sistema inmunitario del cuerpo reacciona de forma anómala a algo que suele ser inofensivo para la mayoría de las personas, como las proteínas de la leche o los huevos. La alergia alimentaria es un problema grave para la salud pública cada vez más frecuente y que afecta por igual a niños y adultos. Se calcula que en todo el mundo hay unos 250 millones de personas que sufren alergia alimentaria. Muchas de estas personas son alérgicas a entre 1 y 3 alimentos1,2 Aunque se han identificado más de 170 alimentos causantes de alergia alimentaria, tan solo ocho grupos de alérgenos representan el 90 por ciento de la alergia alimentaria.2,3 Las alergias alimentarias presentan una amplia variedad de síntomas que pueden afectar a la piel, el tracto gastrointestinal, el sistema cardiovascular y el tracto respiratorio.
Lo más importante es conocer cuáles son los desencadenantes alérgicos subyacentes. Obtenga respuestas con un análisis de sangre.
Haga clic en un alérgeno alimentario para obtener más información sobre la alergia específica, con datos sobre dónde se puede encontrar, los síntomas comunes, la información sobre las pruebas, el tratamiento de control de la alergia y el alivio de los síntomas.
Lea nuestros documentos informativos, un recurso divulgativo y fácil de usar en el que se tratan temas como reactividades cruzadas, nombres de componentes y planes de control.
Los siguientes síntomas son habituales de las alergias alimentarias:
Utilice nuestro monitorizador de síntomas para elaborar un perfil amplio de los síntomas que ha experimentado anteriormente. Imprima, escanee o descargue los resultados y revíselos junto con su profesional sanitario para que este pueda decidir si es pertinente que se haga un análisis de sangre IgE específica.
La anafilaxia es una reacción alérgica poco frecuente, pero grave y potencialmente mortal. Los síntomas de la anafilaxia incluyen la pérdida de conciencia, la caída súbita de la presión arterial y dificultad respiratoria grave. Cualquier persona con síntomas de anafilaxia debe llamar inmediatamente al número de emergencias.
De acuerdo con estudios realizados en EE. UU., la leche, los huevos y los cacahuetes son los responsables de la mayoría de reacciones alérgicas en niños, mientras que los cacahuetes, los frutos secos y el marisco son los alérgenos que más alergias producen en adultos y adolescentes.2,3
Si bien una alergia alimentaria y la intolerancia a los alimentos tienen muchos síntomas similares, no son lo mismo y las diferencias entre ambas son importantes. Ambos procesos suelen afectar al tracto digestivo, con síntomas incómodos como hinchazón y calambres. Pero en el caso de la alergia alimentaria, las reacciones pueden ser potencialmente mortales. Puesto que una reacción alérgica a los alimentos puede ser grave y fatal, es esencial averiguar si la reacción fue causada por la intolerancia o por una alergia para decidir el tratamiento adecuado. Obtenga más información sobre las diferencias entre la alergia alimentaria y la intolerancia a los alimentos.
Sí, los adultos pueden desarrollar alergia alimentaria. Si un adulto sospecha que tiene alergia alimentaria, es importante hablar con un médico y hacerse la prueba para confirmar el diagnóstico.
Las alergias alimentarias son un problema cada vez más frecuente en lactantes y niños.
Por suerte, la mayoría de los niños con alergia a la leche o a los huevos superan su alergia al llegar a los 5 años de edad.2 Mientras tanto, sin embargo, los niños alérgicos a algunos alimentos suelen experimentar una disminución de la calidad de vida. A menudo, esto se debe a lo siguiente6,7:
Por estos motivos, es fundamental identificar temprano y evitar los alimentos desencadenantes de la alergia.
Las reacciones alérgicas alimentarias se producen principalmente por ingestión. Las reacciones a los alérgenos pueden ocurrir cuando el alérgeno entra en contacto con las membranas mucosas, que se encuentran en la boca, los ojos y la nariz. Si está en la misma habitación que su alérgeno alimentario y entra en contacto con él, puede tener una reacción alérgica al tocarse la boca, los ojos o la nariz. Algunos alérgenos también pueden transportarse por el aire al cocinar. El marisco es un buen ejemplo de un alérgeno cuyas proteínas pueden llegar a transportarse por el aire durante su cocinado.9 Si los alérgenos entran en contacto con la boca, los ojos o la nariz, pueden desencadenar una reacción alérgica.
El síndrome de alergia al polen y los alimentos (PFAS), también conocido como síndrome de alergia oral (SAO), es una reacción alérgica que se produce normalmente cuando una persona sensible al polen come determinados alimentos.8 El PFAS es posiblemente la alergia alimentaria más común en adultos, con una incidencia de hasta un 60 % en pacientes alérgicos al polen.8
Puesto que una reacción alérgica a los alimentos puede ser grave y fatal, es esencial averiguar si la reacción fue causada por la intolerancia o por una alergia para decidir el tratamiento adecuado.
Si sospecha que el origen de los síntomas es alguna alergia alimentaria, consulte a un profesional sanitario para ver si es pertinente someterse a pruebas de alergia o, de lo contrario, los síntomas no tienen nada que ver con una alergia.
Un análisis de sangre, junto con un historial médico relativo a la alergia, puede ayudar a identificar los desencadenantes de los alérgenos subyacentes.
Un análisis de sangre, junto con un historial médico relativo a alergias, puede ayudar a identificar los desencadenantes de los alérgenos subyacentes.
El diagnóstico, seguido de un asesoramiento basado en los resultados de los análisis, puede ayudar a reducir la incidencia de las reacciones adversas y evitar la exclusión innecesaria de alimentos que deben formar parte de una dieta sana y equilibrada.1,11
El diagnóstico de la alergia alimentaria comienza con:
1) Una exploración física
2) Un historial médico de antecedentes de alergias alimentarias2,11
La anamnesis del paciente también tiene por objetivo identificar los tipos de alimentos específicos que pueden ser responsables de la alergia. La información recopilada en esta anamnesis puede utilizarse para tomar decisiones sobre los análisis que va a realizar y para interpretar los resultados. Este enfoque sistemático puede ayudarle a determinar si los antecedentes de alergias alimentarias indicados por el paciente y los datos obtenidos en las pruebas de laboratorio o en las cutáneas son suficientes para el diagnóstico. Si no lo fueran, puede ayudarse de una prueba de tolerancia oral (ORL) para identificar los alérgenos correspondientes.
Monitorice la información de los síntomas de la alergia para aprovechar al máximo la visita a un profesional sanitario.
Obtenga más información acerca de los alérgenos específicos, incluidos los síntomas comunes, el tratamiento y el alivio.
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